La Corporación de Cultura y Turismo de Armenia, a través del programa de Concertación Municipal 2018 reeditará la Novela La vida en tiempos de muerte, por ello se considera pertinente publicar el concepto que sobre la novela emitió una autoridad mundial en Literatura Hispanoamericana, doctorHubert Pöppel
Sobre La vida en tiempos de muerte, de Samaria Márquez Jaramillo
Carta desde Ratisbona
Artículos y reportajes
Sobre La vida en tiempos de muerte, de Samaria Márquez
Jaramillo
Carta desde Ratisbona
Hubert Pöppel:
Nacido en Nurember.
Pertenece al
Centro de
Investigación España - Centro de Estudios Hispánicos.
nvestigador alemán. Magister Artium y doctor en filosofía y letras (romanística) por la Universidad de Bamberg, en Baviera, con habilitación por la Universidad de Jena, en Turingia. Dirige la Maestría en Literatura Colombiana de la Universidad de Antioquia. Ha publicado Las vanguardias literarias en Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú: bibliografía y antología crítica (1999, con la colaboración de Amalia Salazar-Pöppel), Tradición y modernidad en Colombia; corrientes poéticas en los años veinte (2000) y La novela policíaca en Colombia (2001), entre otros.
Estimada Samaria:
Iniciamos semestre con todo lo que eso implica para las
labores en una universidad. Pero por fin logré sentarme a leer su novela. Y,
para decir la verdad, no entiendo por qué me pide mi concepto. La novela se
defiende sola, además del premio que ya recibió. Bien importante, por cierto.
Pero empecemos con mi propio recuerdo. En enero de 1999, mi esposa, colombiana, y yo hicimos un viaje por el eje cafetero
para conocer esa parte de Colombia que todavía no conocía y, por otro lado,
para visitar a un tío de mi esposa en Calarcá. Tres días después estábamos en
Medellín y tembló la tierra tan fuerte. Salí de la universidad para ver qué
estaba pasando. Supimos de la tragedia en Armenia y sus alrededores. Nos
demoramos varios días hasta que logramos contactar al tío y supimos que no le
había pasado nada. Y creo que fue el hotel donde nos habíamos hospedado pocos
días antes que se derrumbó completamente en Armenia. Tuvimos mucha, pero
muchísima suerte.
Ahora bien: qué hay que hacer para contar la experiencia de
un terremoto tan devastador desde adentro, desde la posición de los afectados.
Es el mismo problema que tienen que enfrentar todos los que escriben sobre
situaciones traumáticas. No es suficiente la simple descripción de los hechos,
ni tampoco el intento de plasmar en escritura la impresión personal. Ambos procedimientos tienen sus lugares
(periodísticos, terapéuticos, etc.), pero todavía no llegan a ser literatura.
Usted se decidió por mezclar dos posibles caminos. El uno, juntar la
perspectiva interior de la narradora con otras narraciones externas. Eso solo
todavía puede desembocar en una especie de álbum de crónicas. Y ahí interviene
el segundo camino, el de la autoconciencia literaria, la metaficción, con las
constantes reflexiones sobre la condición de posibilidad de escribir novelas en
situaciones extremas; o bien, sobre la posibilidad de escribir novelas en
nuestros tiempos. Pero falta todavía algo para que resulte una novela, por
autoconsciente que sea: ese algo es la necesidad de juntar las narraciones y
las reflexiones narratológicas con un hilo conductor, el cual, obviamente, es
la búsqueda —de la Nana, del yo, de la novela, del sentido que tiene o no tiene
hacer novelas en esos tiempos. Ese manejo fue un acierto que le permite, a
usted, acceder a un sitial dentro de la Literatura actual.
Mi concepto: ahí está, breve pero contundente: me parece que
usted eligió un camino excelente para convertir la experiencia del terremoto en
literatura. Y alguien que es capaz de hacer eso, fácilmente logrará otras obras
importantes. Leída la novela, con su mezcla de crónicas envueltas en
metaficción, entiendo lo del premio. Felicitaciones y mucha suerte con sus
textos