Ni la guerra ni la
paz tienen un por qué para los colombianos
Samaria Márquez Jaramillo
De 1812 a 1815,
Colombia padeció la Guerra entre Centralistas y Federalistas; de 1851 a 1885, hubo 7 guerras civiles y de 1899 a 1902 existió la Guerra de los Mil días.
Desde la mitad del siglo XX hasta hoy, los colombianos vivimos un conflicto armado.
Es redundancia agregar que los colombianos de las ultimas 4 generaciones desconocemos lo que es vivir en paz. Sin
embargo, ni la guerra ni la paz tienen,
para nosotros, un por qué aunque, indistintamente, atribuyamos nuestra situación social a la debilidad del Estado,
en algunos aspectos, y al nazismo, con acentuada utilización del poder, en
otros. Para mí, los factores de discordia han sido dos. El primero es territorial y el segundo es la narco corrupción. Ambos interconectados.
La descentralización político administrativa
que instituyó la nueva Constitución colombiana, de 1991, permitió que los departamentos tuvieran
autonomía para la administración de sus operaciones económicas, sociales y eco-culturales,
a la vez que convirtió a Colombia en el país de Latinoamérica más regionalizado:
1.123 municipios, 32 departamentos y 5 distritos especiales. No es esto la única
fuente de conflicto. En 1958, la
dirigencia política de este país, estableció el Frente Nacional que consistió en
que los dos partidos, liberal y conservador, se alternarían por 16 años, cuatro
períodos, en la presidencia de Colombia.
"VUELA COMO MARIPOSA, PICA COMO ABEJA" . Mohamed Alí
Pero como el Frente Nacional trajo la llamada
paridad administrativa que multiplicó el número de burócratas y el Estado creció,
en cifras presupuestadas, mientras que demostraba debilidad,
poca gobernabilidad y desconfianza de los ciudadanos en sus instituciones. Como
no hay situación que sea inerte, lo
social sobrepasó sus orillas y se nos vino
encima el conflicto armado, soliviantado por la manipulación que de él los políticos,
sin patriotismo, hicieron uso, como argumento en sus discursos para acceder al poder sin ética,
puesto que las reformas sociales no han sido soluciones ni ellas mismas tienen
larga permanencia: La Ley 200 de 1936 fue modificada con la Ley 100 de 1944. La
Ley 135 de 1961 fue desmontada por el
llamado Pacto de Chicoral, en 1973. ¿A la Ley
de víctimas y restitución de tierras, que otro asidero justificador –no justificable- llegará para desmentirla?
Por ahora la
publicidad política pagada distorsiona el para qué y el por qué del acto
legislativo por la paz que fue aprobado
por la Cámara, puesto que todos estamos a favor de la Paz, eso es connatural al
ser humano, pero lo que el prestidigitador hará es usar el llamado procedimiento Legislativo Especial que le da facultades
extraordinarias al presidente de la República por 180 días para expedir
decretos con fuerza de ley, con el objetivo exclusivo de facilitar y asegurar
la implementación del acuerdo final. ¡Dios
mío! ¿Para dónde vamos y en qué república bananera viviremos?
Guernika, Picasso
Les economizo
búsqueda en Google: República bananera es un término peyorativo, asignado a un
país considerado políticamente
inestable, empobrecido y atrasado, cuya economía depende de unos pocos
productos de escaso valor agregado (simbolizados por los bananos), gobernado
por un manipulador, un dictador o una
junta militar.
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