Es difícil que alguien
lea un periódico para encontrar algún artículo que lo haga reír.
Sin embargo, entre las malas noticias y las buenas, queda espacio
para el humor, un tipo de humor que en tiempos de campañas políticas
es más difícil de practicar .Creo que el humor es una especie de
estrategia: Es una gran oportunidad porque cuando la gente ríe, no
sólo abre la boca: Tal vez logre inaugurar su mente y no se
convierta en un colectivo fanático. Obrando guiada por el afán de
lograr la anterior posibilidad, transcribo un chiste titulado Una
decisión política:
Un
día, un político-candidato murió súbitamente..Su alma llegó al
Paraíso y se encontró en la entrada a San Pedro:
-
Bienvenido al Paraíso,- le dice San Pedro-. Muy raramente un
político importante llegado acá.
-
No hay problema, déjame entrar, le dice el hombre.
-
Bueno, me gustaría, pero tengo ordenes divinas: Pasarás un día en
el infierno y otro en el paraíso, y luego podrás elegir donde
quieres esta hasta la eternidad.
-
De hecho, ya lo he decidido. Prefiero estar en el Paraíso, dice el
candidato.
-
Lo siento, pero tenemos nuestras reglas. Y con esto San Pedro
acompaña al candidato al ascensor y baja, baja hasta el infierno.
Las
puertas se abren y se encuentra justo en medio de un verde campo de
golf. A lo lejos hay un club y de pie, frente a él estaban algunos
famosos mandatarios del siglo XX. Todos ellos fueron sus amigos
políticos y ellos, al verlo, se acercaron a saludarlo. Luego
cenaron, y bebieron champaña. En la mesa estaba, también, el
diablo.. Tan entretenido estaba el visitante, que no se dio cuenta
que había agotado las 24 horas de requisito para regresar al
Paraíso. Abordó otra vez el ascensor que rápidamente lo descargo
donde San Pedro lo estaba esperando.
-
Ahora, es el momento de pasar un día con los ángeles, las vírgenes
y la corte celestial. El candidato transcurre el día de nube en
nube, tocando el arpa y cantando. Se está divirtiendo pero San
Pedro va a buscarlo.
-
Entonces, has pasado un día en el infierno y otro en el paraíso.
Ahora debes elegir tu eternidad.
El
Hombre reflexiona un momento y luego responde:
-
Bueno… ¡En el paraíso ha sido feliz!, pero creo que he estado
mejor en el infierno, con todos mis amigos.
San
Pedro lo acompaña hasta el ascensor y otra vez baja, baja, baja,
hasta el infierno.
Cuando
las puertas del ascensor se abren se encuentra en medio de una tierra
desierta cubierta de porquería y desperdicios. Ve a todos sus
amigos, vestidos con trapos, que están buscando qué comer entre la
basura.
-
No entiendo, balbucea el candidato. Ayer estaba aquí y había un
campo de golf y un club y comimos langosta y caviar y bailamos y nos
divertimos mucho. Ahora todo lo que hay es una tierra desierta llena
de basura y mis amigos parecen unos pordioseros.
El
Diablo lo miró, sonrió y dijo:
-
Ayer estábamos en campaña mi amigo! Hoy, ¡ya votaste por nosotros!
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