¿EL FUTURO LLEGARÁ EN EL 2019?
Samaria Márquez Jaramillo
Precisamente no cantaré “faltan cinco pa' las
12 el año va a terminar, me voy corriendo a mi casa a abrazar a mi mama... Las
campanas de la iglesia están sonando, anunciando que el año viejo se va, la
alegría del año nuevo viene ya, los abrazos se confunden sin cesar” ... Mi
anuncio no es de fiesta: 2019 nos encontrará, otra vez, en campaña electoral y
todo parece indicar que, si los agentes de cambio no mueven sus fichas de una
manera contundente, no habrá auténtica renovación ideológica en las propuestas de
los precandidatos, ni señales de intenciones participativas en la actitud
electora, derrotada por la corrupción administrativa, el populismo estomacal
del discurso político, tan silencioso frente al paisaje social integrado por
controversias, denuncias, delaciones, letras de cobro, inmoralidad política y
“soluciones” retóricas. En resumen: El bien, la belleza y la moral, están
capturados.
Si te quitan el presente quedarás
sin historia. Si te privan de futuro carecerás de sueños.
Si hoy dices: ¡Basta corruptos!, construirás tu mañana
histórico y el futuro soñado.
Augurar cambios no es ser apocalíptico. Desde
el principio del tiempo histórico en la Tierra aparecen giros de 180 grados,
¡tan dramáticos! , como los que se vienen para el Quindío, que no serán, de
ninguna manera, el fin del sistema político democrático ; esto ha sucedido,
girando para peor, desde siempre de manera no cíclica sino dinamizada por la
problemática generada por cualquier malaventura social. Sin embargo, sobre su
suelo verde, rodeado por cordilleras, cruzado por aguas sonoras, fértil, donde
se vuelve fruto y semilla todo lo que roce su tierra, no se ha interrumpido la
política perversa aunque, como en el año que viene, se modifiquen sus formas.
Esto, porque se avecina la llegada de la revolución gubernativa que renovará
las procederes para captar electores y hablará de otros nombres de los
elegidos, acabando con el caciquismo, los delfines, los barones, los protegidos
por los gamonales, la continuación de un sistema de formas que tienen a este
departamento como mariposa atravesada por un alfiler y sujeta a un estado de
cosas, terroríficas, como diría Alicia, la del País de las Maravillas.
El cambio no ocurrirá como un hecho aislado o
de un día para otro; transformará la calamidad del desequilibrio y será el
exterminio de una serie de corruptelas, en un principio más o menos mal
disimuladas, hasta degenerar en la desvergüenza y latrocinio de ahora, cuando
la deshonra y la traición se reciben a paladas y, a la vez, apresuran el cambio
que galopa y se acerca.
La historia del Quindío ha sido categorizada de
acuerdo con acontecimientos que marcan una pauta significativa. Es por esto que
se puede separar el transcurso de su historia en periodos con nombres que todos
reconocen sus significados: La guaquería, la arriería, los colonos, los
pobladores, las aldeas, el éxodo a estudiar, el regreso, las innovaciones, el
civismo, el maldito Frente Nacional, la violencia, los caciques políticos, el
envilecimiento, el terremoto, la corrupción y la esperanza de ahora: El mañana
tiene que ser diferente. Empujados por el desespero de los que viven esta
época, en la que no se actúa sino que se comete, caerán al suelo y se volverán añicos
las estatuas corrompidas. No será difícil porque nos encontramos en una entorno
de desahucio político porque la administración pública, como lugar propio del
orden y gobierno, no está en condiciones de abordar los aprietos fundamentales
a los que se enfrenta y es extremadamente débil su fuerza básica de gobernanza
y por ello se distorsionan las prioridades, tales como terminar con los
contratos de funcionarios que conforman las mafias secundarias que sobreviven
en las dependencias de la gobernación y la alcaldía , tornilladas en la nómina.
Del filósofo español Fernando Savater es la
siguiente reflexión: "La política no es más que el conjunto de razones que
tienen los individuos para obedecer o para sublevarse"…Las circunstancias
actuales obligan a balances: Por ejemplo yo, como docente de Filosofía y/o
periodista, pude influir para bien o para mal en docenas de personas pero un
político corrupto destruye vida y bienes de toda su órbita. Cuando en una
sociedad más de la mitad son honrados y a pesar de ello esa comunidad está
administrada por malvados, el hecho de que los buenos no sean elegidos para
cargos donde puedan enrutar conductas es porque algo muy grave sucede en esa
colectividad, que acepta que de cada 100 pesos del presupuesto general, el gobernante
de turno se embolsille 5 $$.
Para hacer mutis por hoy va un anhelo: Varias
personas me urgen a escribir. Yo lo hago porque estoy convencida que la
Literatura es una disciplina que puede ir más allá del prurito de señalar
problemas y debe crear, en ese espacio del intelecto, un lugar desde el que se
generen propuesta
excelente, tengamos Fe. las cosas pueden cambiar Feliz 2019
ResponderEliminarDios lo oiga. Feliz año
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