lunes, 31 de diciembre de 2018


¡Pobre Quindío: ¡Llegó la hora de volver a equivocarnos!
Samaria Márquez Jaramillo

Queridos lectores: Disculpen  la siguiente  andanada. En mi favor explico que  hoy me siento, en lo social, terriblemente sensible; económicamente, insuficiente y políticamente incorrecta. “Hay veces que somos tan lúgubres…”Sobre todo cuando agoniza el último día de 12 meses vividos en el desengaño.

Señor Presidente: La Colombia con rosas perfumadas  solo existe en sus discursos


Lo soportado durante este lapso denominado 2018, y que termina hoy 31 de diciembre, es el preámbulo del convulsionado año que se  nos vendrá encima, porque  con él  empezará la guerra de la política. ¡Pobre Quindío!
Hay triunfos que se obtienen sin decoro y derrotas que enseñan a un hombre que vencer es respetar las normas dignas. Quizá por ello  Maturana decía que “perder es ganar un poco”.

 
El vocablo candidato nació en la antigua Roma, cuando los tribunos llevaban una toga blanca durante sus campañas políticas para generar una buena impresión entre los ciudadanos y terminó haciendo referencia a todo aquel que busca un cargo, con honor y dignidad. Sin gloria no hay victoria.
Demolida la fe en los políticos, durante los próximos 10 meses se oirán  los discursos proferidos por los aspirantes a las alcaldías de los doce municipios del Quindio, incluida su capital, Armenia, y por aquellos  que pretenden reemplazar al gobernador, el exclérigo de las metáforas de cura de pueblo


Se nos vendrán encima chorros  de palabrería con contenidos más propios de una trifulca callejera que de una campaña electoral y, entrada en comparaciones, añadiré que las “piezas de oratoria” enunciarán  adjetivos al límite de la injuria y frases  no para convencer sino para  lacerar, estilo heredado desde hace 4 años, cuando en este departamento fue  arrasada la democracia por los que escupieron odio sin respeto a la pobre patria chica y se aplastaron como rufianes, con herramienta de defensa mezquinas ,con afán sólo de aniquilar al contrario, sin tener en cuenta el daño que le hacían al que ahora es potencial joven de electores


  ¿Quién puede llamar triunfo a unos votos superiores en cantidad, que luego de posesionado el elegido y con el correr de la contratación, aniquilan la fe en los partidos y en los dirigentes políticos regionales? Presiento que en la próxima contienda politiquera  veremos gallos y gallinetas peleándose, dispuestos a ganar a picotazos, olvidando que alguien que aspira a un cargo de mando deberá cultivar los valores de vida que son: La Verdad, la Justicia,  la Libertad, el respeto y  la Paz.
Intercedo por una política digna, por una ideología defendida con honestidad, por ganar los votos exponiendo un programa sin la necesidad de insultar, despreciar o menospreciar al contendor. La tarea de un líder debe ser generar confianza no hacer tambalear la convicción democrática de los ciudadanos y el honor de un elegido está atado al cumplimiento de lo anunciado durante la campaña.


¿Puede una democracia sobrevivir y tener éxito en derrotar una corrupción omnipresente? ¿Podrá la democracia quindiana, huérfana, desarrollar un sistema preventivo y correctivo lo suficientemente fuerte e independiente como para enfrentar el problema? Y si no, cada quien  podría pensar: ¿Por qué molestarse en celebrar elecciones que les darán a los políticos licencia para defraudar a los electores?  Además ocurre que la falta de control al financiamiento ilegal de las elecciones, combinado con las estructuras extremadamente fracturadas de los partidos políticos, hace que las campañas electorales sean una vía fácil para que algunos aventureros, recién llegados a la política se hagan millonarios, incluso antes de conquistar el poder.
Señora Justicia, si está en contra de la corruptela eleve, de oficio,  un informe " a quien corresponda". Argumente racionalmente. Señora Justicia, intente pedir Justicia ¡por favor!



2 comentarios:

  1. Creo que esta vez puede ser distinto... menos corrupción !!!

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    1. Dependerá de la experiencia que cada uno de nosotros haya procesado y no sea solo resaca de fiestas sino convicción. En usted, en mi y en todos los otros , en todos, estará el erradicar la corrupción.Unamos voluntades y saquemos adelante al Quindio. Un abrazo amigo (a) anonimo. Samaria Márquez Jaramillo

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