miércoles, 26 de diciembre de 2018

Mil rostros tiene la multitud portadora de banderas de renovación
Samaria Márquez Jaramillo


Julio Cortázar, en Rayuela, cuenta de un pez solitario que habitaba una pecera y esta tenía un tabique móvil de vidrio que achicaba el espacio para nadar. El pez del cuento llegaba hasta la pared vidriera, giraba y hacía el recorrido de regreso. Una vez fue retirado el transparente panel divisorio y el pez siguió nadando en su mental espacio. Habituado al obstáculo no decidió pasar al otro lado. Llegaba hasta donde siempre y se volvía, sin saber que ya sólo bastaba seguir avanzando…
Así sucede con el Quindío: Emprende marchas de cambio y lo detiene el ruido de la polarización política. ¡Ánimo! El 75% de la población capacitada para votar, repudia el “sistema” electoral regional –tejas, pollos asados, billetes de 50mil pesos, rifas de electrodomésticos y después corrupción, enriquecimiento del nuevo gobernante y ese, que iba a los barrios a buscar a “mi gente”, ya elegido no recibe en su despacho de gobernante a “esos lagartos que venden su alma y su futuro por un tamal”…
El 75% nombrado antes abomina de la llamada vieja política, esa descarada y corrompida lucha por el poder que pretende legitimar falsas ideologías que, sometidas a filtro, quedarán en coartadas amorales. Se requiere un repudio. Es preciso salirse de la dicotomía que obliga a pensar en Paz o guerra, gobierno u oposición. Así no es la situación. No puede uno ser tan limitado conceptualmente y creer que el problema social se representa, en su totalidad, comparándolo con dos culebreros que cada uno, por su lado, se esfuerza por vender sus purgantes y promocionar sus culebras.
La solución a la neurálgica disyuntiva electoral del 2019 es salirse de ella y darse cuenta que ya sucumbieron los candidatos de directorio donde se desconocen los temas de humanismo y sociología y se tiene una caja menor para solucionar el pago de los servicios de agua y luz de sus líderes barriales. El borrón y cuenta nueva, la entronización de nuevas ideologías y sistemas políticos, son jugadas inteligente para sobrepasar la invisible pared que nos hace confinados cerebrales.
Con seguridad se dará en el Quindío un cambio de paradigmas que demostrará que tanto las izquierdas como las derechas, los centros moderados y los candidatos gremiales, radicalizados en slogans y terrorismo psicológico para detentar el cambio, serán los perdedores. Los electores saben que su decisión no puede ser un voto a favor o en contra del CVY… El Universo político visto a través de la lógica es amplio, propio y de diferentes vías. ..Se debe tener en cuenta que la suma de las personas que no militan en partidos políticos, los no inscritos en los registros electorales, los jóvenes que van a tener edad para votar en el año 2019, son numéricamente más que los integrantes de partidos que tienen cuotas de poder y putrefacto olor a corrupción .


 Con seguridad el nuevo electorado pasará cuenta de cobro a los causantes de las circunstancias actuales que no son como moneda de dos caras: Tienen el diverso rostro de la multitud y el convencimiento de que deben detener la corrupción desencadenada, como nunca antes se había visto, para vulnerar a este Quindío

No hay comentarios:

Publicar un comentario