Suena a burla hablar de arte y de proyectos artísticos
“La subversión social comienza cuando la
gente se declara capaz de hacer aquello de lo que no se le consideraba capaz”
En una región como el Quindío, tan llena de actos de
negación, exclusión y eliminación de las identidades (y entidades) culturales , tan exprimidos y mal usados los
presupuestos de la cultura y la corrupción irrumpiendo por doquier, suena a
burla hablar de arte y de estética en la política. Basta mirar alrededor para que
se echen encima las monstruosas y delictivas actuaciones de gobernantes y
funcionarios llegados al poder en hombros de la Democracia.
Pensé escribir que la Democracia había
sido herida de muerte por la corrupción pero entendí que lo que ocurre es que
tenemos una democracia corrupta. Para quedar en tablas digo que el antes contexto
mercantil, bancario, financiero e industrial, el discurrir político partidista,
el accionar gubernamental, los sistemas civiles e institucionales, los
propósitos , el accionar y los fines de
la humanidad, el ámbito del quehacer laboral, los procesos artísticos, el amor, la convivencia,
los sueños, el hogar, están permeados en sus fines y llenos de inmoralidad, enquistados en el CVY (¿cómo voy yo? La descomposición
moral es hoy una lepra que convierte en
putrefacto todo lo que apresa y en estafa a los electores los triunfos en las urnas.
Al escritor argelino, Jacques
Rancière, alumno de Michel Focault y compañero de grupo de Althusser y autor del libro El odio de la Democracia, lo agregué,
junto con las 140 páginas del libro, a mi afán de leer y ambos, autor y libro, los “encontré”
por sus conceptos sobre estudio del cine, la literatura , las artes plásticas y
la relación entre estética y cultura popular. Los invito
a hacer clic en: http://www.milenio.com/cultura/laberinto/jacques-ranciere-la-politica-es-imaginacion.
.
Este autor, que ahora me espera en mi mesa de noche y que antes de dejarlo leí de él la siguiente
frase: La subversión social comienza cuando
la gente se declara capaz de hacer aquello de lo que no se le consideraba
capaz, afirma que: La democracia no es ni esa forma de gobierno que permite a
la oligarquía reinar en nombre del pueblo, ni esa forma de sociedad regida por
el poder de la mercancía. Es la acción que sin cesar arranca a los gobiernos
oligárquicos el monopolio de la vida pública y a la riqueza la omnipotencia
sobre las vidas. Es la potencia que debe batirse, hoy más que nunca, contra la
confusión de estos poderes en una sola y misma ley de dominación”.
La Constitución actual de Colombia nos hizo habitantes de un Estado
Social de derecho, que es aquel en el que se obliga a los que
forman parte del gobierno a velar porque se cumplan y se respeten la
Constitución y la ley y obliga a que los funcionarios cumplan con el ordenamiento jurídico por cuanto son los que deben tener una conducta recta e
intachable. Pues bien, en pocas
palabras podríamos decir que el Estado de Derecho es aquella forma de organización
política en la que el ejercicio del poder se encuentra sometido a los
parámetros del Derecho. Lo que quiere decir que el sistema jurídico ( Sistema
penal, Sistema Civil, leyes y la Constitución) son los poderhabientes encomendados para controlar la autoridad
del Estado y la potestad de los
particulares. Sin embargo… A pesar de que se puede considerar a la Constitución
colombiana como explícitamente cultural
los corruptos se las ingenian ,pese a que en lo demás algunos demuestran total
escases de ingenio, en pertrecharse mediante artimañas del presupuesto para el
arte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario