lunes, 21 de enero de 2019


“Ahí les dejo pintada su h.p. estatua”,
podría decir el cura gobernador
en su discurso de despedida
Samaria Márquez Jaramillo

Esta historia comenzó cuando el cura gobernador dijo se colocaría en la Plaza de Bolívar, cerca de la entrada del edificio de la gobernación del Quindío, otra escultura, en recuerdo del terremoto. Ahí empezó la preocupación. En recuerdo de la pujanza, coraje y arrestos de los quindianos la mejor manifestación artística es el Monumento al esfuerzo que denota músculo social, resolución, orgullo regional y todo cuanto es bueno y nombrable de un pueblo.
Como, a mi parecer, el cura gobernador es narcisista, pues qué mejor que una escultura donada por su gobierno (léase pagada por todos nosotros) compitiendo con esa del esfuerzo de la que tan orgullosos estamos. Ante la reacción general, que no tiene color político sino que actúo  bajo la bandera de un sano regionalismo, el cura atenuó su decisión y dijo que la colocaría en otros sitios, demostrando que lo que el ex clérigo quiere es figurar en la placa conmemorativa. Por lo demás, estamos de acuerdo en que "que no haga ni el intento porque él es de Medellín no es de Armenia como para que venga a hacer lo que quiera con la ciudad y más a meterse con nuestro monumentos insignias...." y que no se preocupe por figurar  en la placa, ya le haremos una que recuerde que nos trata de "mediocres, sin cultura que no saben escribir ni una carta..."

 Al cura Osorio lo conozco ahora como personaje ausente  de la novela La feria de las Vanidades, de la que creo es  iniciadora del movimiento del realismo europeo que comenzó en la década de 1830, que Balzac y Flaubert dominaron en Francia y Gógol y Tolstói en Rusia, pero como todo nos llega tarde es ahora que empieza a vivirse en el Quindío engendrado por la soberbia del que luchó por ser elegido no para gobernar en defensa del progreso de una región sino como estadio donde le soltaría la rienda a sus anhelos de Sultán, emperador, monarca, soberano, califa o  príncipe.  

No permitan que en épocas difíciles la rutina, el conformismo ,el desaliento y el “a mí que me importa”, entren en el diario vivir, sino, muy por el contrario, luchen por mantener el espíritu de innovación y el entusiasmo cívico que  caracteriza a los quindianos y es el motor del desarrollo alcanzado, en otras épocas cuando no importábamos de Antioquia a quienes vendrían a instalar , a ultranza, la versión dos del Parque de Berrio y que favorecieron con la contratación a sus paisanos y llenaron de vergüenza  lo que pudo ser el desarrollo de esta región, antes impulsada por los que la hicieron grande y le dieron honor y ahora de ellos queda en la gobernación unos retratos colgados, que la megalomanía del cura SIPUEDO no alcanzó a arriar o abatir.

Imagino el discurso de despedida del cura, el próximo 1º de enero que entre otras muchas zalemas e inciensos a su nombre dirá, parodiando el final de la película La estrategia del caracol: Ahí les dejo pintada la h.p. estatua…” Ojalá nos la deja reproducida en un dibujo con perspectiva, en un muro de alguna penitenciaría, como advertencia de lo que le puede pasar a aquel que en beneficio de su imagen atropella el respeto que merece el arte de la escultura y otros no intenten repetir lo de mancillar nuestro Monumento al esfuerzo, pretendiendo colocar en sus alrededores un bulto al mal recuerdo de un “gobernante” que trabajó 4 años en beneficio de “su honor y gloria”.

"Torna el guerrero de la lid sangrienta,
Ceñido con el lauro de victoria;
Le aclama el pueblo, y su poder ostenta

Desde el sitial que le erigió la gloria.

Mas, como el polvo que arrebata el cierzo,
Pasa tan raudo el popular sonido...
¿Qué fue del hombre de pujante esfuerzo?
Hundióse en las tinieblas del olvido.
¿Qué es, pues, la gloria que el mortal adora?
¿Qué es, pues, la dicha que alcanzar ansia?
Nube que besa el sol y se evapora;
Placer que acaba al acabar el día;
Astro que el cierzo del dolor apaga;
Llanto fugaz que piérdese en la bruma;
Belleza sin color que que ya no halaga;
Flor sin fragancia, vanidad de espuma."



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