jueves, 4 de febrero de 2016

Gobernación del Quindío en pasado mandato  no tuvo eficiencia ni eficacia
Samaria Márquez Jaramillo
Talento es una moneda de oro. Cuenta la Biblia que un hombre estaría ausente y no podría ejecutar acciones ni decisiones en el oficio que se daría a su dinero y llamó a tres de sus  siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos. Éste negoció con ellos y ganó otros cinco talentos. Dio el poseedor de los bienes, dos talentos a otro. Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. Al otro  dio un talento, entregando, así,  a cada uno según pensaba, de acuerdo con su capacidad. Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. Regresó el dueño de las monedas entregadas, y arregló cuentas con los encargados de emplear de la mejor manera el dinero recibido. A los dos primeros les regaló el doble de lo que le devolvían, y el tercero, el que había recibido un talento, dijo a quien había confiado en él: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo.  Respondiéndole su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses.
La gobernación vive de los regalías, de las remesas oficiales y de unas pequeñas rentas propias.  El Quindío sufre toda clase de padecimientos. ¿Cómo es posible que una gobernadora desperdicie la vigencia de los dineros recibidos y no ejecute las obras correspondientes? Mientras se padecía en salud, educación, arte, seguridad, deporte, en todo.

Hay  diferencia entre eficacia, y eficiencia. Eficacia es disponer de un recurso en el tiempo oportuno y de la manera que más beneficios rinda. Eficiencia es el acierto en la escogencia de los sistemas cuyo desarrollo y cumplimiento darán como resultados lo planeado. ¿Por qué con lo que ahora es “superávit” no se trabajó con eficacia?  Si lo planeado era dedicarse a la politiquería, dejando a la deriva al Quindío, la “eficiencia” del anterior mandato departamental, es algo que figurara, como una vergüenza, en la historia regional. 

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