martes, 10 de mayo de 2016

FICCIÓN Y CONTRAFICCIÓN
Samaria Márquez Jaramillo
Samaria: Enhorabuena, por tu interés en demostrar que, desde tu provincia, tan caníbal, tan atrasada en contraficción, alguien tiene cabeza para manejar una buena pluma. Mejor dicho para digitar bien, temas enjundiosos.

Aunque, hasta ahora, de tu novela histórica Los nietos del exilio, ninguno de tus coterráneos, y menos aún tus críticos, repararon en que el deambular de tu personaje Domenech, por cárceles, campos de concentración y checas, se originó en el contraespionaje, de ambos bandos, que obraba en  y comandaba a la Guerra civil española, y que esa guerra , bien claramente se lee entre tus líneas, tuvo como motivo un error de apreciación de Franco, un ajuste de cuentas ,en campos españoles, entre los rusos estalinistas y trotskistas, y un argumento para que la intelectualidad de izquierda pariera loas y manifiestos.

¿Qué hay que hacer para que se aprenda a leer? Estoy seguro que tu editor, el escritor Luis Folgado de Torres vio claramente tu manejo “contraliterario”,  cuando decidió enfilar sus destacamentos y posibilidades comerciales y publicitarias, que son poderosos, todos a favor de tu novela, que ahora está en todas las vitrinas de las principales librerías del mundo de habla hispana y alborota comentarios en blogs especializados, que hablan de una segunda forma de lectura para encarar tu escrito:  El lector re-crea, vuelve a crear en otra dimensión tu obra literaria cuando la lee y la interpreta. En este punto se topa uno con las distintas posibilidades, los distintos niveles de interpretación de Los nietos del exilio.

Sin olvidar batallas donde el heroísmo determinó el triunfo en la guerra, el recuerdo entre romántico y avergonzador, de las tramas y traiciones de los contraespías dan para llenar estanterías con libros de buen cacumen. Tengo que resaltar de tus esfuerzos históricos, que has aprendido  copiosamente de doble manejo de la trama novelistica. Esa nueva modalidad o corriente literaria aporta verdaderos éxitos de librería.

¿Llevamos todos un espía dentro? Todos somos dobles agentes, unos más que otros. Todos tenemos una sombra, y amamos la idea de estar en medio de la gente escondiendo un secreto. Por eso te gustan las historias de contraespias y disfrutas escribiéndolas y logrando que lo que se diga no devele el secreto de lo que se muestra, sin importarte que los que te leen no entienden ni un carajo que tú misma novela Los nietos del exilio, sea el resultado del doble accionar: Ficción y contraficción: El subtexto desdice del texto. ¿Qué tal la “guerra” tonta, sonsa y “trolempa”en Betanzos? Un abrazo desde Andújar



1 comentario:

  1. Hola amiguito de Andújar, permiteme salir del claustro donde me relega el ser la autora de la novela que comentas pero no resisto la tentación de hablarte de Deborah Colvert. Ella, no yo, es la que hace el ejercicio de contraficción en Los Nietos del exilio. Gracias por escribirme

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