viernes, 27 de mayo de 2016

Triste  vida de quien solo aspira a “sembrar  un árbol, tener un hijo y escribir un libro.”
Samaria Márquez Jaramillo
Yo sembré dos mandarinos y tres niñas solitarias, habitantes del condominio donde vivo,  los desvistieron de sus hojas .Antes de que murieran de frío los desraicé.


Tengo un hijo que hoy vive sus sueños en primavera,  a kilómetros de mar  y una hija que desde la ventana de su casa ve a mi nieto aprender a manejar su recién estrenada motocicleta.

  Escribí más de dos pares de novelas,  casi incógnitas, pero tengo un blog  con centenares de visitantes  y  me pregunto: ¿Si yo sembré un árbol, tuve dos hijos y he escrito 5 novelas, porque mi testimonio, bastante largo, es tan incompleto?
Tuve una historia linda, dos  perversa y otra que ni fu ni  fa. Ahora tengo un esposo. Creo que moriré siendo esposa.
Mi amiga  QEPD me enseñó que, de acuerdo con el poema de Ricardo Nieto, que ahora es  canción, Los libros: “¿Qué sabio ha podido mecerse en la bruma?/ ¿Qué artista una gota formar de rocío?/ ¡oh pobres poetas, romped vuestra pluma! /Mirad como escribe sus versos la espuma/ y oíd cómo canta sus versos el río”.


En  Paris,  en el cementerio de Montparnasse, no logré  embriagarme de nostalgia 
caminando entre las tumbas de Jean-Paul Sartre, Charles de Baudelaire, 
Jean Seberg, André Citroën,  y Julio Cortázar. 

Bailé merengue,  en Barranquilla, cumbia en El Banco   y champeta en Cartagena.
En Tebaida canté a gritos: “Por tu amor que fue ilusión y desventura, fracasaron para mi todos
 todos los sueños…”. En Barcelona,  fui a un concierto de Serrat y oí, 
musicalizados, poemas de  Antonio Machado, Miguel Hernández, Rafael Alberti,
 y Federico García Lorca. También estuve   un partido de  futbol del Barsa,
 comí  cangrejo en Barceloneta y viaje en tren. En Calatayud  conocí a un hombre, que vivía diferente.
 

He ido tres veces a Buenos Aires y una vez a  Bariloche. Y estuve en el 
sitio exacto del que habla  la Canción del Pirata de Espronceda, 
“La luna en el mar ríela, /en la lona gime el viento, /y alza en blando movimiento 
olas de plata y azul; /y ve el capitán pirata, cantando alegre en la popa/
Asia a un lado, al otro Europa, y allá a su frente Estambul”… 
 
Vi el Capo uno y el Dos y ahora repito a Betty la fea. Gané varios premios. Trabajé en televisión. Fui el personaje de la semana en España y ahora Los Nietos del exilio avanzan protegidos por una gran editorial.
 Comí anca de rana, bebí mate y fumé la pipa de la paz, aunque soy alérgica al cigarrillo y a todo lo que produzca humo.
Me disfracé en una noche bruja de bruja… 


Me engordé y aprendí a aceptarme en la tercera edad. Lloré de rabia. Fui feliz y ahora estoy cansada y  creo que  es triste la  vida de quien solo aspira a “sembrar  un árbol, tener un hijo y escribir un libro.”




2 comentarios:

  1. Cuanta razón en su publicación, mil gracias por compartirnos su pensar, la vida no es simple mas bien es hermosamente complicada. Reciba un cordial saludo.
    JACC.

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  2. Cuanta razón en su publicación, mil gracias por compartirnos su pensar, la vida no es simple mas bien es hermosamente complicada. Reciba un cordial saludo.
    JACC.

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