En qué quedamos: ¿Hay o no hay cambio de sistema de gobierno
en el Quindío?
Samaria Márquez Jaramillo
Un día los quindianos empezamos a
pensar si como íbamos era el mejor camino para lograr un trozo de progreso
desde donde pudieran arrancar a caminar nuestros descendientes. Y empezaron los
concilios y los conciábulos y la opinión se radicalizó: Llegaban los comicios y
allí, en las urnas, teníamos el poder de hacer valer nuestra opinión. Y se formaron
dos bandos .Uno, con la bandera del continuismo y el otro ofreciendo un cambio. Si hubiesen ganado los de la
continuidad y las cosas estuvieran, con ellos, como están ahora, pues habrían
cumplido, porque en honor a la verdad todo sigue igual. En cambio ganó quien ofrecía
cambiarlo todo y ¡duelos le mando!, porque, a mi parecer, todo sigue igual. Entonces, ¿qué vamos a pensar los electores? Difícil
compromiso tiene por delante el padre Carlos
Eduardo Osorio Buriticá.
No pueden manejar el arte como marionetas, pero tampoco puede señalarse como culpable al mandatario seccional por errores en alguna de sus secretarías.
El padre Osorio Buriticá no puede hacerlo todo y los encargados de
hacer caminar algunas dependencias, léase secretarios de despacho, no saben qué
camino coger. ¿Sería que no creían en el triunfo y no se prepararon para
gobernar? ¿Será justo que el padre quede mal frente a miles de personas, por
cuenta y consecuencia de la falta de conocimientos para regir los destinos de
una parte de la sociedad, que demuestran algunos de sus segundos a bordo?
Especificaré de dónde saco mis
conjeturas de hoy:
Durante el gobierno del cambio presenté a consideración
de la Secretaría de Cultura del Quindío la novela Los Nietos del exilio, que me
fue devuelta, sin ser leída por los integrantes del Consejo de la Biblioteca de autores quindianos. Solo uno
de ellos opinó y la devolvió por “mal
escrita”. El mismo consejero que devolvió la novela, se auto aprobó la
publicación de una recopilación de artículos periodísticos (entre ellos uno mío
sin ninguna consideración a los derechos de autor , atropello que es demandable
y, entonces, en la biblioteca de autores quindianos (autor es creador) se
publicaron algunas columnas de periodistas, es decir, no hubo autoría sino
recopilación y violando derechos de
autor ´puesto que lo publicado fue escrito para determinado medio de
información no para que una persona lo utilizara en un libro supuestamente de
su autoría y ese cambio de destinación tenía que ser autorizado o negociado con
su autor. Pues bien, la novela me fue devuelta yo la envié al concurso de
novela histórica más importantes de España, el Hispania de la Editorial Áltera ,
de Madrid, y allí Los Nietos del exilio, mi novela devuelta podrá mala quedó de
gran finalista, fue editada, en la colección Maestros de la novela
Histórica y yo feliz, el libro circula
en Europa y países de habla hispana, lujosamente editado y acompañado de una
fuerte campaña publicitaria. Pero ahora
viene el quid de la historia. Escribí a
la secretaría de Cultura, de la administración departamental por la que voté,
cuyo triunfo me llenó de regocijo y en la que puse mis esperanzas de que ya no
sería igual el mal manejo del arte y, oh sorpresa, en una reunión de consejos
de área de arte se habló de hacer, como parte de la conmemoración cervantina,
la presentación de mi novela y algunos consejeros alegaron que no tenía
presentación que se hubiera devuelto la novela por mala y ahora se le hiciera
presentación oficial. Ante esto, me creen, queridos lectores, que no hubo una respuesta oficial, de parte de
algún funcionario de la secretaría de cultura, recordando que ahora suenan
otros clarines y que este no es el mandato de la continuidad y que, si otros se
equivocaron, ese es un error ajeno a
este mandato y no puede condicionar una decisión dentro de otro mandato
departamental… y que etc. etc., debió
ser dicho todo lo que un funcionario consciente de no ser continuidad de un régimen
contra el que 121 mil electores había dicho NO y SI a la esperanza de vivir de
manera diferente. ¿Cómo es posible que un funcionario deje que un alegato de
esos, tan impropio, tan lleno de cerrazón y sin razón, tan torpe y dañino, prospere
en una dependencia oficial del gobierno del padre Osorio? Será que lo del
cambio resultará ser otro slogan alejado de la realidad y lleno de engaño. Dios
quiera que no. Permita Dios Todopoderoso que apenas sea brutalidad de unos
funcionarios de cultura.
Para dejar, de una vez por todos aclarado
este enojoso asunto diré que:
Se denomina cambio social a un
fenómeno mediante el cual un determinado orden en la sociedad es reemplazado
por otro en lo concerniente a la economía, política, al arte o a la educación o
salud. El cambio en estos casos sería llevado a cabo por personas que tienen
algún grado de compromiso y de conocimientos administra tivos y gubernamentales.
No obstante el cambio social puede ser mucho
más subrepticio en un primer momento y no estar ligado a una corriente de
pensamiento específica, sino tan solo manifestar una variación en las conductas
de las personas como grupo, variación que por supuesto debe ser lo
suficientemente significativa como para dejar alguna huella en la historia.
Otra área de cambio y de enorme
relevancia a considerar para referirme a este tópico lo manifiesta el plano
político. Este ha ido evolucionando también a lo largo del tiempo, manifestando
distintas organizaciones que parecen intentar resolver las deficiencias de las
previas. Como consecuencia de esta circunstancia, se elabora un corpus de ideas
que pretende dar cuenta de nuevos ideales y orientaciones que engrosan el saber
de la humanidad.
Las
personas pueden adherirse conscientemente a las tesis del cambio social. En
este contexto, la expresión "cambio social" adquiere otro
significado. Se refiere a las acciones en defensa de una causa que pretende
cambiar alguna regla o convención de la sociedad, ya sea para satisfacer los
intereses de un determinado grupo social, ya sea con la intencionalidad de
"mejorar" la sociedad en su conjunto.
¿Puede
un funcionario de un gobierno de cambio permitir en una mesa de discusión que
se diga que algo reprobado en la administración de la que se juró no imitar la continuidad, tiene que seguir siendo desaprobado
en esta?