martes, 22 de marzo de 2016








Salah Abdeslam


LA VENGANZA YIHADISTA CONVIERTE EN NOCHE EL DÍA EUROPEO ,Y EN MUERTE SU FANATISMO
Samaria Márquez  Jaramillo

Para los antiguos ciudadanos romanos sus títulos, más que su nombre, equivalían a todos los pasaportes; para los yihadistas  lo que cuenta es lo que hacen puesto que, superado el boom noticioso, quedan ignominados   como les sucede a  los héroes pueblerinos norteamericanos  cuyos apellidos figuran en los monumentos a los muertos pero no en la historia marca USA.
Salah Abdeslam es el penúltimo superviviente del grupo de diez hombres que realizó los ataques en la sala de conciertos Le Bataclan, en varios restaurantes y en el estadio de fútbol Stade de Francia, en París el 13 de noviembre del año pasado, en los que un total de 130 personas murieron y otras 368 resultaron heridas. La detención de Abdeslam  trajo  ataques aterradores,  muerte y desmembramientos a inocentes belgas pues los   hechos son un acto de venganza del Estado Islámico, tras la captura, el viernes pasado, del yihadistas  más buscado de Europa.
Los periódicos españoles hablan, en resumen de que  eran las 7:50 horas del lunes 21 de marzo /16, cuando  Europa, en  Bruselas, volvía a teñirse de terror. Se cumplían  72 horas de la detención de Salah Abdeslam, uno de los terroristas de los atentados de París, y el terrorismo islámico volvía a golpear. Cuatro explosiones siembran el terror: Primero, una explosión en el aeropuerto de Bruselas. Seis minutos más tarde, a las 7:56 se produce otra explosión en el aeropuerto. Europa sufre un nuevo ataque coordinado para hacer el máximo daño posible. Las bombas están situadas en la zona de embarque, la más concurrida. La destrucción es evidente. Se desaloja el aeropuerto entre la desbandada general. La gente se agolpaba en las pistas o corre fuera del aeropuerto entre cuerpos desmembrados y gritos. Atrás queda un cementerio de maletas abandonadas pero el terror no termina. A las 9.25  otra bomba hizo explosión en el metro. Las sirenas de las ambulancias son la sinfonía trágica. Las estaciones se cierran. Se bloquea el transporte. Nadie puede salir de algún sitio. Los llantos de los niños en los vagones del metro, aterrorizados, hielan la sangre. A las 11:35 se produce otra explosión cerca de la casa del primer ministro…
La palabra musulmán significa “uno que se somete a Alá. Las creencias fundamentales del Islam son que Alá es el único Dios y que Mohamed fue el profeta de Alá. El califato  Islámico, estado no reconocido,  está asentado en una amplia zona entre Irak y Siria y es controlado por fieles radicales. Tiene como objetivo declarado unir todas las regiones habitadas por musulmanes bajo su control, comenzando con Irak y la región del Levante mediterráneo, que cubre aproximadamente los actuales estados de Siria, Jordania, Israel, Palestina, Líbano, Chipre, y parte del sur de Turquía. Otras milicias controlan parte del territorio  de la península egipcia del Sinaí, el este de Libia y Pakistán y juraron lealtad a la organización. El grupo se caracteriza por una interpretación fundamentalista del islam y su violencia brutal contra los no seguidores de la religión del Islam
¿Qué es ser árabe?
Árabe, en el sentido más elemental es toda persona cuya lengua materna es el árabe, se puede tener la lengua árabe y profesar cualquier religión. Hay árabes cristianos y hay árabes musulmanes. Hay cristianos ortodoxos, católicos Y protestantes. Hay gente cuya lengua materna es el árabe y cuya religión es el judaísmo. Aproximadamente 90% de árabes son musulmanes, pero hay también un porcentaje de cristianos y un grupo muy pequeño de judíos.
¿Qué es ser musulmán?
El islam es una religión. Tres cuartas partes de los musulmanes en el mundo no son árabes ni viven en el Medio Oriente, entonces ni todos los árabes son musulmanes ni todos los musulmanes son árabes. Cabe mencionar que las tres grandes religiones monoteístas (el judaísmo, el cristianismo y el islam) tienen una raíz común que es el Antiguo Testamento.
Un analista del terrorismo  debe  buscar todos los datos e información que le sean posibles para, a partir de ellos, elaborar un informe que explique una acción kamikaze. No es mi propósito remontarme a la Historia Sagrada para hablar de terrorismo pero como me sirve para puntualizar en qué   momento un grupo de seres humanos  pensó que desestabilizar una sociedad es  la mejor arma para que un grupo insurgente consiga obtener  la dominación , me refiero a que es en Éxodo, de la Biblia donde se habla de lo que pudieran ser las primeras acciones de verdadero bioterrorismo, esto es, la utilización de armas biológicas para desestabilizar una sociedad y fue eso precisamente lo que sucedió en Egipto así: la primera de las plagas fue que el río Nilo, fuente de vida tanto en el Egipto antiguo como en el actual, se convirtió en sangre y  la elevada concentración de toxinas provocarían las cuatro siguientes plagas: las ranas que crecían sin control al no haber depredadores que se las comieran debido a las algas y una vez muertas las ranas, en la arena, el gran número de ellas atraería a las moscas (cuarta plaga) entre las que se encontrarían las de los caballos que provocan,a su vez, muerte al contacto con los hombres éstos se contaminarían saliendole úlceras que sería la explicación de la sexta plaga. El granizo y el fuego aparecerían por la erupción del mencionado volcán de la isla Santorini lo que aconteció en 1627 a.C., época en la que se cree tuvo lugar el Éxodo; fue de tal calibre la explosión volcánica que el polvo expulsado a la atmósfera oscurecería la luz solar durante días lo que ha sido registrado en anillos de la corteza de árboles canadienses y se han descubierto escritos egipcios de la época que describen el evento como una larga noche que duró nueve días.
Volviendo a Bélgica, ahora resta la detención de Mohammad Abrini el único de los terroristas que anda por ahí libre y , con estos antecedentes cualquier país lo pensará mucho antes de oponer  el deber internacional contra el deber gubernamental de cuidar la honra, los bienes y las vidas de sus conciudadanos.

  Bad-i-sad-o-bist-roz , un viento que sopla de norte al este,  de junio a septiembre en Irak, Siria  Afganistán y desiertos vecinos,  y que se conoce popularmente como el viento de los ciento veinte días, se adelantó y expandió: ya empezó a silbar al compás del ulular de sirenas de ambulancias europeas.
                                             












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